Bueno, hoy os voy a hablar de una película de animación japonesa. Y de samurais, más tópica imposible. Y cierto es que la historia no es ningún derroche de originalidad y los personajes son bastante típicos, pero ahí no es donde reside lo mejor de esta película.
Hablamos de "Sword of the Stranger" (2007),  una producción del estudio BONES, famoso por haber realizado las series Full Metal Alchemist, Cowboy Bebop, Soul Eater o Wolf's Rain. Si has visto alguna de estas series ya sabrás que va a ser lo más destacado de esta película.
En cuanto a la historia, nos encontramos en el periodo de "guerra entre estados", o Sengoku. Hablamos de una guerra civil en Japón, sobre el s. XVII, aproximadamente. Una organización militar china, bajo las ordenes del emperador de este país llega a Japón con dos objetivos: crear un altar gigantesco, con un aparato que mide el tiempo y una serie de características especiales (un tipo específico de madera, etc.), y atrapar a un niño llamado Kotaro, el cual va siempre acompañado de su perro Tobimaru.

El chico es ayudado por un monje y logra escapar por los pelos de los chinos. Pero ahora debe andar solo hasta otra ciudad de Japón para conseguir salvarse. En esto que se topa con Nanashi ("Sin nombre" en español), el cual salva a Kotaro cuando iba a ser atrapado por dos miembros de esta organización china. Kotaro entonces "contrata" a Nanashi para que sea su guardaespaldas y lo acompañe hasta el monasterio que debe llegar. Paralelamente, las dos facciones japonesas que están en guerra quieren aprovechar, a su manera, la llegada de los chinos y averiguar por qué buscan a ese muchacho y contruyen ese altar.


En el comienzo de la película no sabemos muy bien por donde van los tiros, y a medida que el metraje avanza nos van dando pistas de que es lo que se propone esta organización, nos posiciona dentro del marco político del Japón de esta época y conocemos más profundamente a Nanashi y Kotaro, inclusive la relación que se establece entre los dos. Kotaro es un niño tozudo, muy desconfiado, que aparenta ser fuerte pero en realidad tiene mucho miedo. Nanashi es un ronin, del cual también se van dando pistas de su pasado, con la espada atada a la vaina, para no desenfundarla. Aún así, como es natural, logra deshacerse de los peligros que les atenazan sin necesidad de desenvainar... hasta que llegamos al final de la peli, claro, donde las cosas se ponen más difíciles. Y en medio de estos dos tenemos un personaje entrañable: el perro de Kotaro. Nos toca la fibra sensible desde que lo vemos por primera vez, sobre todo a aquellos amantes de los animales, y sufrimos por su vida en cierto momento de la película. Es algo parecido al perro de Will Smith en "Soy Leyenda", aunque no por ello tobimaru va a tener el mismo final que este.


En cuanto al antagonista principal, Luo-Lang, no está interesado en absoluto en la consecución de los objetivos del emperador, simplemente quiere tener una buena pelea contra alguien tan fuerte como él. Y bien que la tiene, ya que el enfrentamiento entre él y Nanashi es lo de los más memorables que recuerdo. Una animación espectacular, acompañada de una banda sonora muy épica. Mencionar que además está bien enlazada con las imágenes, sin destacar sobre ellas. Además, hay cierto paralelismo en el pasado de los dos adversrios, aunque no por ello son iguales. Viene a expresar que, aunque dos personas sigan el mismo camino, la personalidad de cada uno les hace tomar decisiones distintas y salirse del camino, cada uno por su lado. Esto da un plus más de emotividad a esta gran pelea final, que repito, es de las mejores que he visto en un anime.
En cuanto al resto de personajes, son bastante maniqueos y estereotipados, aunque no por ellos menospreciables. Ayudan a avanzar en el argumento, nos dan información sobre lo que está ocurriendo en el país y todavía hay momentos para desarrollar un poco la historia personal de cada uno de ellos. Destacar como con solo un par de frases y pocas pinceladas más consigue retratar a varios personajes y hacernos entender el por qué de sus acciones. Un ejemplo sobre como tratar a los personajes secundarios de cualquier obra.


Se puede realizar cierto paralelismo entre Nanashi y Kenshin Himura (Rurouni Kenshin, Nobuhiro Watsuki). Los dos parece que han hecho una promesa por delitos que cometieron en el pasado, los dos son Ronin, samurais sin señor, y parece que intentan expiar sus pecados. Además hay otro parecido más, físico en este caso, que descubrireis en cierta escena en unos baños termales a mitad de la película.
En cuanto al trabajo de animación, como ya dije antes, es lo mejor de la película, acompañado en ciertas partes con diseños 3D (como el del gran altar de madera), pero que no desentona para nada y nos da unos movimientos de cámara impresionantes. El diseño de personajes y escenarios también merece un diez; la recreación del Japón de la época es buenísima, y el vestuario de samurais, etc. es bastante acertado.
El cuanto al argumento, pues ya sabemos que no vamos a encontrar ningún derroche de originalidad, pero la historia está muy bien llevaba y se sustenta en un guión bastante sólido. Mención especial merece el último plano de la película, que te deja con una gran duda final. Por supuesto, está realizado para que tú sigas pensando como continúa la historia. Pero no diré más, pues me estoy moviendo en terreno resbaladizo.


La película la tenemos desde el mes pasado en España gracias a Selecta Visión, en dos ediciones: La simple de un disco y la edición coleccionista de dos, que incluye cosas como el storyboard animado, entrevistas y varios trailer de la película. El doblaje es bastante bueno, superior a la media del nivel de doblajes de anime, pero es que esta película merecía un esfuerzo. Aquí os dejo el trailer de la película, en japonés, y os animo a que la veais.

Un saludo