Bueno, se que dije en la última entrada sobre mitología que comenzaría con los dioses griegos, empezando por Zeus, pero la verdad que ahora mismo me apetece más hablar de Heracles, posiblemente el héroe griego más conocido por todos. Como es algo extenso, lo dividiré en varias entradas, así que cuanto antes empecemos mejor:
Primero me gustaría especificar lo que es realmente un "héroe" en el Mundo Griego, pudiendo así analizar la manera en que se utiliza en la actualidad dicho género. Un héroe en la Antigua Grecia era el hijo de un Dios y un mortal, es decir, un Semidios. Héroe viene del griego antiguo, ἥρως hērōs. Con el tiempo se fue generalizando el término, pero este seguía describiendo las características de un héroe griego, es decir, "un personaje eminente, que encarna los rasgos claves valorados en su propia cultura. Normalmente el héroe posee habilidades sobrehumanas o rasgos de personalidad idealizados que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas (actos heróicos), por las que se hace famoso". Según lo vamos leyendo, nos damos cuenta de que es la descripción perfecta de Heracles.

¿Qué pasa, nenas? Soy Heracles

Curiosamente, existe una conexión entre Perseo, de quién hablamos en la entrada anterior, y Heracles. Electrión, hijo de Perseo y rey de Micenas, marchó a la guerra contra los tafios y los telebeos, los cuales se habían unido a Pterelao, pretendiente al trono de Micenas. Estos habían realizado una incursión e las tierras de Electrión y habían dado muerte a sus ocho hijos. Electrión dejó entonces como regente -mientras estuviera en la guerra- a su sobrino, el rey Anfitrión de trecén, con la promesa de que cuando volviera victorioso, este se casaría con su hija Alcmena. Por causa del destino, Anfitrión mató accidentalmente a Electrión, cuando este había vuelto, en mitad de la contienda, para solucionar un problema relacionado con el robo del ganado de Electrión, realizado en la incursión en la que habían muerto sus ocho hijos. Inmediatamente Anfitrión fue desterrado por su tío Esténelo, quién se apoderó de Micenas y Tirinto.
Anfitrión huyó a Tebas, acompañado de Alcmena. Pero la piadosa Alcmena no quería yacer con Anfitrión hasta que este hubiera vengado la muerte de sus ocho hermanos. Mientras Anfitrión luchaba, Zeus tomó su aspecto, y asegurando a Alcmena que sus hermanos ya habían sido vencidos (cosa que era cierta, ya que esa misma mañana Anfitrión consiguió la ansiada victoria), yació con ella toda una noche, que tuvo la duración de tres, ya que ordenó a Hermes que apagase los fuegos solares, y a las Horas que no trabajasen, pues la procreación de un paladín tan grande como el que se proponía engendrar requería tiempo y dedicación. Hermes cumplió con su cometido, indicó a la Luna que avanzase despacio, y al Sueño que amodorrase a la humanidad para que no se descubriera el engaño.

Zeus "de colegueo" con Alcmena

Cuando al día siguiente Anfitrión volvió a su casa, eufórico por su victoria, se encontró con que Alcmena estaba cansada de haber yacido toda la noche anterior con él, y no tenía ganas de escuchar por segunda vez el relato de sus hazañas. Anfitrión, incapaz de entender estas palabras, consultó al adivino Tiresias, quién le informó de lo sucedido con Zeus. Desde ese momento Anfitrión no se atrevió a dormir con Alcmena, por no incurrir en los celos divinos. Y de aquí viene la palabra "anfitrión", que significa, "aquel que recibe en su casa".
Nueve meses después, Zeus se jactaba en el Olimpo del hijo que había engendrado, y que iba a nacer esa misma noche para gobernar la casa de Perseo. Hera, al oír estas palabras, le hizo prometer a Zeus que si nacía un príncipe de la casa de Perseo esa noche sería Rey Supremo. Zeus lo juró, y Hera se afanó rápidamente para que el parto de Alcmena se retrasase, y precipitó en cambio el de Nicipe, esposa del rey Esténelo -recordemos que Hera es, entre otras cosas, la diosa de los nacimientos y el matrimonio-. Nació así Euristeo, el sietemesino hijo de Esténelo, una hora antes que Heracles. Cuando nació Heracles, se descubrió que tenía un hermano mellizo llamado Ificles, el cual si era hijo de Anfitrión, una noche más joven. Zeus no podía faltar a su promesa, pero convenció a Hera de que si Heracles realizaba cualesquiera doce trabajos que le señalara Euristeo, su hijo se convertiría en un dios.
Alcmena fue la última mujer mortal con la que yació Zeus, decimosexta descendiente de Níobe, la primera mortal con la tuvo Zeus relaciones. Alcmena fue elegida por Zeus, no solo para su disfrute personal, sino para engendrar a su hijo más poderoso. Por esta razón no volvió a tener relaciones con ninguna otra mortal, ya que no podría engendrar otro hijo que superase a Heracles.
Alcmena, temiendo los celos de Hera, abandonó a su hijo a las afueras de las murallas de Tebas. A petición de Zeus, Atenea se llevó a Hera a dar un paseo, y engañándola, hizo creer a Hera que era un niño abandonado, rechazado por su madre en un ataque de locura. Sin pensárselo dos veces, Hera cogió al niño y le dio de mamar. El niño chupó con tanta fuerza, que Hera lo retiró precipitadamente, salpicando leche de la boca de Heracles, convirtiéndose esta en una Vía Láctea. Así Heracles se convirtió en inmortal, y Atenea se lo devolvió a Alcmena. Desde ese tiempo, los tebanos llaman a esa zona "La Llanura de Heracles". Así, Hera fue la madre de leche de Heracles. Los tebanos llamaban al pequeño Alceo, pero después de este suceso pasó a ser conocido como Heracles ("gloria de Hera"), en honor de esta, aunque ella no estuviera muy contenta.

La formación de la Vía Lactea, según Rubens.

 Y hasta aquí de momento. Más adelante comentaremos la juventud e Heracles. No quisiera terminar sin recordar un libro obligado de consulta para conocer más a fondo la historia de Heracles, y cualquier tema relacionado con la Mitología Griega: "Los Mitos Griegos" de Robert Graves, de donde he sacado la mayoría de la información que he vertido en esta entrada.