"Talos de Esparta", como uno se puede imaginar leyendo el título, se trata de una novela histórica ambientada en la Antigua Grecia. Nada más empezar nos encontramos con el drama de un noble espartano, Aristarcos, que debe abandonar a su segundo hijo, que ha nacido tullido. Esto se debe a que las leyes espartanas son muy estrictas en ese sentido, y todo aquel bebé que nazca con algún defecto que le impida combatir en plenas facultades debe ser abandonado de inmediato, pues en Esparta todo varón ha nacido para combatir, esa es su principal función en la vida. Pero como veremos más adelante, el estar tullido no supone un problema para luchar en el futuro a este infante abandonado a los lobos en el monte Taigeto.

El pequeño es recogido por un viejo ilota, el cual lo lleva a su casa y se lo entrega a su hija, que perdió a su marido con el cual nunca pudo tener un hijo. Para aquel que no lo sepa, los ilotas (o hilota) eran los siervos de Esparta, desde que estos destruyeron su ciudad natal y los tomaron como esclavos. Se podría decir que es una raza sometida por otra. Así Talos, que es el nombre que le pone el viejo ilota, es un espartano libre que crece como un ilota esclavizado. Su abuelo adoptivo, Critolao, esconde un secreto del pueblo de los ilotas que no quiere revelar a Talos, pero lo entrena para la lucha pues tiene depositadas en él la esperanza de que libere a su pueblo de la esclavitud que ya ha durado mucho tiempo.
Nos vemos así envueltos en una serie de dramas familiares -pues Talos posteriormente tiene varios desencuentros con su hermano de sangre Brito, aunque no sepa que es su hermano-, amores -con la joven ilota Antinea-, intrigas, traiciones y juegos políticos. Nos vemos envueltos en la época de las Guerras Médicas, asistimos a la batalla de las Termópilas con el rey Leónidas y a la rebelión ilota del monte Itome. Parece una marco histórico para todo aquel apasionado del mundo griego, pero ahí no queda la cosa, pues "Talos de Esparta" es uno de los libros más entretenidos que he tenido ocasión de leer.
Nos encontramos con una historia dividida en dos partes, bastante bien diferenciadas, siendo para mi más entretenida la primera parte que la segunda. Es una historia donde está muy presente la presencia de los Dioses, aunque no aparece ninguno de ellos (como si pasa por ejemplo en "El Etrusco", de Mika Waltari), pero si se hace constantemente referencia a su crueldad con el destino de los hombres. Y el destino es algo muy importante en esta historia, pues están constantemente recordándonos las profecías que se realizan sobre el destino de los personajes, que se va descifrando a medida que se cumplen los designios de los hados. El otro gran tema recurrente en este libro es la disyuntiva de Talos, el lobo, un ilota o Cleidemo, el dragón, un espartano tullido. Hasta el final del libro el muchacho tiene que convivir con sus dos identidades, con sus dos madres y sus dos vidas, y también, por eso, es el indicado para poner fin a las viejas costumbres.
Nos encontramos además con un libro que no detiene su acción en ningún momento, multitud de aventuras, viajes e intrigas y misterios, que te mantienen pegado a sus páginas hasta terminarte las poco más de trescientas páginas que contiene el relato.
Para los más puristas, si es cierto que la recreación histórica prima mucho menos que el entretenimiento. Nos encontramos con una sociedad espartana mucho más "dulce", por así decirlo, de lo que realmente era. La crueldad y el sufrimiento que se vivía en esa época se nos da aquí con cuentagotas, intentando no herir la sensibilidad del lector. En cuanto a los hechos históricos, sirven de apoyo para avanzar en la historia personal de Talos, pero no se recrea en examinarlos a fondo. Evidentemente, esta es una novela de ficción histórica, y existen otros libros para conocer mejor los hechos que se relatan. Eso sí, no podemos por menos de asistir con una sonrisa en los labios ante la aparición de personajes tan famosos como Fidípides de Atenas o Leónidas de Esparta, además de la batalla de Maratón, las Termópilas o Platea. La novela tiene en general un tono ligero y fácil de leer y la forma de escribir y de describir de Manfredi es excepcional. Más adelante me leeré la trilogía de Manfredi sobre Alejandro Magno, "Aléxandros" y os comentaré que me ha parecido.
En definitiva, un libro muy entretenido, ideal para aquellos que quieran aproximarse ligeramente al mundo griego y a los hechos que se narran en particular, un poco al mismo nivel de "El Macedonio" de Nicholas Guild.