Mitología Griega: El mito de Perseo (1)

Bueno, esto era algo que llevaba pensando hacer desde hace algún tiempo, pero no me decidía a empezarlo. También tenía pensado, después de ver hoy "Furia de Titanes" (2010), realizar una crítica de dicha película. Pero sinceramente, no creo que el film se lo merezca y, además, me pareció más interesante compartir la verdadera mitología de la historia de Perseo. Realmente Perseo no es el personaje mitológico que más me apasiona, pero si del que más me apetecía hablar hoy. Como el tema es extenso, voy a dividirlo en dos partes, para que no se os haga tan pesado.
Antes que nada quiero dejar constancia de mis fuentes e influencias para hablar de mitología griega, sobre todo dos libros que me parecen esenciales. En primero lugar "Grecia y Roma" de H.A. Guerber, un libro que me ha acompañado desde hace muchos años, y me parece excelente para todo aquel que quiere introducirse en el mundo de la mitología griega, aunque es un poco difícil de conseguir hoy en día. En segundo lugar hablamos de "Los Mitos Griegos" de Robert Graves. Hay dos ediciones, una en un solo libro, con una versión resumida, y el otro, que es el que yo recomiendo, dividido en dos volúmenes. Este es más fácil de conseguir y en cualquier librería podéis encontrarlo, ya sea Fnac, Luces o La Casa del Libro (en los enlaces tenéis la posibilidad de comprar el libro). Los libros de Graves me parecen imprescindibles, una institución en el mundo de la mitología. De este hombre tampoco os podéis perder "El Vellocino de Oro" (basado en un mito griego) y la saga de Claudio. Y ya, sin más que decir, os dejo con la fascinante historia de Perseo, el hijo de Zeus y Dánae.

Perseo

Abante, rey de Argólida, se casó con Aglaye, la cual dio a luz dos mellizos, Preto y Acrisio. Abante cedió el reino a sus hijos con la condición de que se turnaran el gobierno, para que no hubieran disputas. Pero los dos hermanos se peleaban desde que salieran del mismo seno materno. Acrisio tenía una hija, Dánae, la cual fue seducida por Preto. Acrisio, ante esta ofensa, no cedió el trono y Preto tuvo que huir de Argólida. Tras reunir un ejercitó asedió la ciudad, y después de numerosas batallas, los dos hermanos tuvieron que decidir repartirse el reino. Acrisio se quedó con Argos, mientras que Preto consiguió Tirinto.
Con la paz, Acrisio deseaba un hijo varón, que heredara su reino y perpetuara su estirpe. Fue a consultar el oráculo al respecto, y cuál fue su sorpresa y decepción, que además de que el oráculo le asegurara que no tendría ningún hijo varón, profetizó que su propio nieto, el futuro hijo de Dánae, acabaría con su vida. Acrisio, para escapar de su destino, decidió encerrar a Dánae en una torre de bronce, custodiada por perros guardianes. El fortín era inexpugnable para los hombre, pero no para los dioses inmortales. Zeus quedó prendado de la enorme belleza de Dánae, y transformado en lluvia de oro cubrió a Dánae, dejándola embarazada de Perseo. Acrisio, tras enterarse de que Dánae había dado a luz un hijo, decidió deshacerse de ella y de su vástago. Pero Acrisio no se atrevió a mancharse las manos con la sangre de su propia hija, así que decidió encerrarlos a ambos en un arca de madera y arrojarlos al mar. El arca, guiada por manos divinas, llegó a la isla de Sérifos, donde el rey Polidectes los acogió con inmensa alegría, y crio a Perseo en su propia casa.

Ala, hija mía, a vagar por el mar de colegueo
Perseo llegó a la edad viril, y comenzó a participar en juegos y combates. Mientras tanto, Polidectes se enamoró de Danae, la cual lo rechazó fervientemente. Polidectes, agraviado, siguió acosando a Dánae por un tiempo, hasta que Perseo declaró abiertamente que mientras él estuviera presente, nadie forzaría a su madre contra su voluntad. Polidectes engañó a Perseo, diciéndole que iba a desposarse Hipodamia, hija de Penélope, pero necesitaba de su ayuda. Este, en una bravuconada, declaro que con tal de que dejara a su madre en paz era capaz de conseguirle la cabeza de Medusa, si fuera necesario, a lo que Polidectes accedió gustosamente.
Medusa era una de las tres Górgonas, junto con Euriale y Esteno. Medusa era extraordinariamente bella y demasiado caprichosa. Pidió a la diosa Atenea que le permitiera partir hacia el Sur, pues su hogar era demasiado desagradable para ella. Cuando Atenea se negó a cederle ese deseo, Medusa injurió a diosa, de la cual dijo que no podía compararse a ella en belleza. Atenea, para castigar su vanidad, transformó los rizos de su cabello en serpientes que silbaban y se retorcían sin parar, y dictaminó que una sola mirada de Medusa bastaría para convertir a cualquiera que osara mirarla en piedra.

Esa Medusa del God of War
Atenea, enemiga acérrima de Medusa, al oír la conversación mantenida en Sérifos, decidió ayudar a Perseo en su misión. Lo condujo hasta Samos, donde vio las imágenes de las tres Gorgonas y aprendió a distinguir a Medusa; luego le regalo un escudo brillantemente pulido, para que nunca mirara a Medusa directamente, sino a través del reflejo del escudo. Hermes también ayudó a Perseo, entregándole una hoz irrompible, con la que podía degollar a Medusa. Pero Perseo todavía necesitaba un par de sandalias aladas, un zurrón mágico para guardar la cabeza de la Górgona y el casco de Hades, que le concedía a su portador el don de la invisibilidad mientras lo tuviera puesto. Estos tesoros los tenían en posesión las ninfas estigias, pero su paradero era conocido solo por las hermanas de las Gorgonas, las tres Grayas. Las tres Grayas tenían apariencia de cisne, y sólo poseían un ojo y un diente, que usaban por turnos. Perseo se las arregló para arrebatarles el diente y el ojo cuando estás se lo estaban pasando de una a otra. Perseo le prometió que se los devolvería si le indicaba donde podía encontrar a las ninfas del Estigia.
Tras conseguir las sandalias, el zurrón y el yelmo, Perseo voló hasta el país de los Hiperbóreos, donde se encontraban dormidas las Gorgonas. Avanzando con cautela y fijando sus ojos en el reflejo del escudo, llegó hasta Medusa, la cual dormía plácidamente. Su mano, guiada por Atenea, cercenó la cabeza de Medusa de un solo tajo. Para sorpresa de Perseo, del cadáver de Medusa surgieron el caballo alado Pegaso y el guerrero Crisaor, los cuales habían sido engendrados en Medusa por Poseidón en uno de los templos de Atenea. Perseo, gracias al casco de Hades se volvió invisible y consiguió escapar con vida, antes de que las hermanas de Medusa descubrieran lo que Perseo había hecho.

¿Pero Medusa no estaba durmiendo plácidamente?
Más tarde Perseo se encontró con Atlas y con Andrómeda, pero eso lo contaremos más adelante, en la próxima entrega del mito de Perseo.

4 comentarios:

Parritron dijo...

La película se pasa un poco la mitología griega por el forro de los cojones xDDD, no se que pinta Pegaso (de color negro además) cuando el caballo alado es domado por el héroe Belerofonte y no por Perseo.

Y lo de Hades... ¿que os ha hecho Hades para ponerle de malo malisimo? ¿ser el dios del inframundo?

¿Y el Kraken? un monstruo solo existente en la mitologia NORDICA.

Para terminar, gran post jeje, Perseo está bien pero como héroe HERACLES le da mil vueltas. He dicho.

Bore-kun dijo...

Hombre, Heracles es el Héroe por antonomasia xD Jasón también mola bastante. Hades es uno de mis dioses preferidos, pero siempre lo tratan mal xD Menos en Hércules de Disney, que es super cachondo xD. Por cierto, el Hades de Ralph Fiennes, en furia de Titanes es patético, simplemente.

kelevra dijo...

lo triste de la peluicula es que el contenido dramatico se ve reducido a nada, perseo es un marine enojado, interpretado por un actor que tiene una sola cara, no sabe gesticular y no expresa nada, que sale a cumplir una mision sin ningun tipo de motivacion, la mitologia, bien, gracias no existe, no se le da bola y se la deforma de una manera horrible, la version original, tambien hacia esto, pero tenia el encanto de que el drama se sostenia en el romance, aunque mesclaba dos momentos en la vida del heroe, tenia algo de encanto.algo a favor de la pelicula uno no puede ir a ver una pelicula de hollywood y salir quejandose como unas virgen violada cuando no encuentra nada en la historia la unica razon que llama al cine de estas peliculas son los efectos y en ese rubrio , no hay nada que reprochar.

Anónimo dijo...

Pues chicos... si no hubiera sido por la version de 1981, mucha gente, incluido yo no se habria interesado nunca por la mitologia.